Mujercitas

Mujercitas
Mujercitas

La primera novela que leí fue “Mujercitas”, de Luis May Alcott. Yo tenía nueve años, y aunque había leído muchísimos cuentos, tebeos, revistitas, etc., nunca había leído una novela como tal hasta entonces. Mi madre me la regaló, convencida de que me gustaría. ¡Cuánta razón tenía! La empecé, y la devoré. Tal y como cogí el libro, lo leí, leí y leí. Y tal y como lo terminé, sentí un vacío enorme. Inmediatamente, volví a abrirlo por la primera página y lo releí de cabo a rabo. ⁣

En cuanto terminé el libro, inmediatamente, volví a abrirlo por la primera página y lo releí de nuevo. Ese fue el efecto que «Mujercitas» me causó.


⁣Era un mundo en el que, aunque era evidente que no todo era perfecto, ya que aparece la guerra, la pobreza, el sufrimiento, la enfermedad y la muerte, al mismo tiempo era bonito, confortable, elegante, evocador. Me permitía sumergirme en un mundo idealizado en el que hallaba un gran confort en multitud de detalles: esos pequeños cuadernitos que la madre les deja bajo la almohada, ese desayuno de Navidad que regalan, los bailes, las representaciones teatrales en familia, la mansión de los Laurence, el baile en casa de los Gardiner o los Moffat… Y la nieve, el lago sobre el que patinan, los vestidos… En mi imaginación, a pesar de las miserias, todo era precioso y me permití idealizarlo. ⁣

¿Y la rebeldía? A mí me volvía loca de orgullo esa madre, apoyando a su hija para que no vuelva a la escuela y yéndole a cantar las cuarenta al profesor. Me pareció lo más maravilloso del universo. ¡Eso era la monda cachonda! ⁣

Por supuesto, no entendí muy bien, en aquel momento, porque Jo no elegía a Laurie, pero me dejó la semilla de que incluso al más bueno o al más guapo, le puedes decir no. ⁣

Me gustaba leer cuentos, pero sumergirme en “Mujercitas” me hizo enamorarme, de manera definitiva, de la literatura a un nivel superior. ⁣

Es un libro al que le estoy muy agradecida. Tuvo tal impacto en mí que, desde entonces, siempre me he sentido atraída por todo lo que tiene que ver con el siglo XIX; y creo que sin la lectura de ese libro, no estaría hoy escribiendo las historias que escribo. Así que, gracias mamá, por regalarme este libro.⁣